El cardio
que quema más grasa
La mejor forma
de quemar grasa siempre es el ejercicio cardiovascular, aunque si lo combinamos con las pesas
conseguiremos una quema mayor ya que aumentar la cantidad de músculo aumenta el
metabolismo basal (lo que quemamos sin hacer otra cosa que vivir), pero ese
ejercicio cardiovascular, o cardio, se puede hacer de una forma concreta para
que se usen las grasa principalmente como energía.
Para
realizar ejercicio cardiovascular podemos usar bien el glucógeno que tenemos en
el cuerpo, proveniente de los hidratos de carbono que hayamos ingerido
previamente con la alimentación, o de la grasa, que no es más que un exceso de
hidratos que no se han usado y se transforman en grasa para usarlos más
adelante o la misma grasa que se ha ingerido con la alimentación. Vamos a crear
un par de entradas para poder explicar como es el cardio
que quema más grasas.
La grasa, un combustible mediocre
Ahora ya
sabemos que existen dos tipos de combustibles para tener energía y movernos, por
un lado el glucógeno y por el otro la grasa. El glucógeno es
una “combustible” de alta calidad y va a ser usado en ejercicios que se
requiera de intensidad o explosividad, por ejemplo, una carrera rápida, el
ascenso de un puerto de montaña en bici, o una sesión de pesas, entre otras
muchas actividad.
Y en el otro
extremo tenemos la grasa, un “combustible” de baja calidad. La grasa es un
exceso de energía que el cuerpo guarda para usarlo en otro momento ya que
cuando era glucógeno no se usó como energía. Así que cuando se tenga que usar
no se puede usar como el glucógeno (sería ideal poder usar la grasa almacenada
a nuestro antojo y cuando queramos) sino que debemos hacerlo de
una manera concreta, y esta es realizando un ejercicio de mayor
duración a un ritmo cardiaco moderado.
Al ser un
combustible mediocre sólo se usen en intensidades medias, es decir, cuando el
ritmo cardiaco de nuestro corazón ronda el 65 % de tu pulso cardiaco máximo.
Esto quiere decir que si quieres quemar más grasa te debes centrar
en el ejercicio cardiovascular continuo pero no de alta intensidad sino suave.
No creas que por correr más rápido vas a usar más grasa, sino todo lo
contrario, a no ser que quemes toda la reserva de glucógeno y entonces tires de
las grasas, pero que el músculo sufra un deterioro (catabolismo).
El ritmo cardiaco
Como ya
hemos citado antes, debemos de correr a un ritmo cardiaco concreto para quemar
más grasa, así que lo que debemos de buscar es calcular ese ritmo concreto de
65 % de tu ritmo cardiaco máximo, con lo que para solucionar esta incognita simplemente
hay que saber cual es tu ritmo cardiaco máximo.
Si bien,
existen muchos factores que pueden afectar a la hora de calcular es máximo,
como pueden ser edad, sexo, climatología, peso, estado de forma o pulso en
reposo, nosotros nos vamos a quedar con la forma más fácil
de calcular ese máximo, que es simplemente usando esta fórmula
matematica basada en la edad del individuo para no volvernos muy locos, ya que
tampoco vamos a ir siempre a las mismas pulsaciones, pues nos moveremos en un
rango de más menos 5:
FC Máxima = 220 -edad
Así de
simple, si tienes por ejemplo 40 años, tu ritmo cardiaco máximo (en teoría) es
de 180 pulsaciones por minuto, así que sólo debes de calcular el 65% de ese
ritmo para saber a que pulsaciones tienes que ir para
que tu cuerpo use la grasa como combustible, que en el caso del
ejemplo de los 40 años es 117 pulsaciones (multiplicar 180 × 0,65). Como ves no
es necesario que te mates corriendo a tope para que uses más grasa a la hora de
realizar tu ejercicio cardiovascular favorito.
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